Ésta vez la madre fue la protagonista. Quise tomar sus muecas, maneras de mirar y conversar con su hijo. Entiendo que al fotografiar su relación pueda llegar a entender mucho mejor la forma de vivir, la personalidad de Omar.
Las fotografías se tornan cada vez más interesantes a medida que ellos se olvidan que estoy ahí. Cuando hablan, se mueven, ríen, perdiendo de a poco la sensación de estar siendo vistos. Al comienzo es un poco dificil, más que nada por el ruido de la cámara y el enterarme de que ellos usualmente no hablan demasiado. Pero a pesar de ésto creo que estoy logrando un lindo clima que dice mucho.
No hay comentarios:
Publicar un comentario